11 nov 2018

2020 Visions. La tormenta - Jamie Delano y Warren Pleece

Tras la muerte de Fidel Castro en 2003, el poderoso exilio cubano conservador de Florida se secesiona de EEUU. Posteriormente se anexiona Cuba y otras islas del Caribe para formar el Estado Católico Independiente de Nueva Florida. En 2020 el cambio climático y el calentamiento global han transformado la geografía de sus costas al inundarlas con el deshielo. Los caimanes campan a sus anchas por la ciudad, los huracanes son constantes y la población de Miami espera una gran tormenta que arrase con ese infierno de una vez por todas. La forma de gobierno de Nueva Florida ha devenido un estado pseudo feudal con unos cuantos cárteles de familias muy ricas e influyentes que imponen una moral reaccionaria. El pueblo malvive trabajando para ellas y escapa de la rutina con sesiones de sexo virtual, que por supuesto son ilegales. Jack Atlanta es una detective privada de rasgos andróginos que acude dos veces por semana a desfogarse on-line al antro de Claude. La hermana adolescente de éste ha desaparecido y debido a la deuda que Jack ha adquirido por tantas horas enganchada a la realidad virtual, le propone dar con ella para así saldar su cuenta.

La tormenta es la segunda entrega del cómic 2020 Visions, que como ya comenté hace un par de semanas, se compone de un total de cuatro historias independientes de ciencia-ficción distópica que transcurren en el año 2020. De nuevo me he encontrado con un guión que sobresale muy por encima de la media de lo que me vengo encontrando en los cómics que he leído en los últimos dos años. En esta ocasión, el británico Jamie Delano ha planteado una trama criminal en la que se incluye fundamentalismo católico, represión sexual, disminución de la natalidad, tráfico de bebés y asesinos psicópatas. A pesar de este totum revolutum, para mi sorpresa el resultado deja un excelente sabor de boca. Ahora bien que meter tantos hilos argumentales en poco más de sesenta páginas obliga a un ritmo acelerado en exceso. Como suelo decir en estas ocasiones, creo que un poco más de margen habria favorecido al producto final, que en todo caso y para mi gusto ha sido una gran lectura.

Hay dos cosas que me han sorprendido especialmente. La primera es que al igual que en Renegado, la protagonista también es homosexual, con un aire butch propio de los cabarets del Berlin de los 1920s (viste trajes masculinos y se deja crecer un bigote fino). Bien es verdad que su pasado traumático podría levantar las iras de lo colectivos LGTBQ+ por asociaciones indebidas (fue violada en grupo durante el periodo de formación en el FBI), pero hay que reconocer que para un volumen que se publicó originalmente entre 1997-1998, el tratamiento de la homosexualidad que Delano previó para 2020 está totalmente normalizado. El otro aspecto que me ha parecido muy original es el modus operandi del asesino psicópata. Inflige a sus víctimas una cirujía enfermiza que las transforma en extrañas quimeras parte animal, parte humana, condenandolas a una muerte dolorosa y traumática. Algo bastante recurrente en la ciencia-ficción y el género fantástico y que me ha traído a la memoria algún relato corto incluído en Axiomático, de Greg Egan.

En el apartado gráfico pasa como en la tercera entrega. Según se nos indica en el prólogo originalmente era coloreado, pero por discrepancias con el resultado y disponibilidad de los originales de Warren Pleece, la editorial Recerca perfirió publicarlo solo con tinta negra. La verdad es que los dibujos no son nada del otro mundo y simplemente sirven de soporte visual muy básico a una historia muy original y entretenida. En Aburreovejas hay una reseña múltiple que incluye un breve comentario de este cómic.

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